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viernes, 9 de mayo de 2014

MANUAL DEL USUARIO: COMO DESTRUIR UN CLUB EN UN AÑO!

COMO DESTRUIR UN CLUB EN UN AÑO
por Adrián Hagelin


21 de junio de 2013: Racing finalizaba su mejor año desde la temporada 2001/02 venciendo 3 a 0 a Unión de Santa Fe y simultáneamente festejaba el descenso de su clásico rival, Independiente. Por primera vez en mucho tiempo, conseguía enarbolar una campaña que le permitía mantenerse alejado de la tabla inferior de los promedios, en la que tuvo que sacrificarse mucho para mantener la categoría durante varias temporadas (en el año 2008 salvó la categoría venciendo a Belgrano en la promoción). Se clasificaba por segunda vez consecutiva a la copa Sudamericana, llegó hasta la final de la Copa Argentina, donde cayó ante Boca Juniors y su caudal de divisiones inferiores promovió juveniles en gran cantidad y calidad (Centurión, Fariña, Vietto, Viola entre otros). Ante todo este panorama la temporada 2013/14 era considerada el despegue, en la que la Academia volviera a su época dorada, aquella iniciada hace mas de 100 años donde consiguió su primer título. Además por primera vez el club no sufría los descalabros financieros que tanto a mal traer lo tuvieron en la década del 90. Pero no fue así: Racing realizó su peor temporada de la historia en la que solo cosechó hasta el momento 32 unidades y en la que perdió 20 partidos de los 36 que disputó.

Con todo el panorama a favor, ¿desde dónde se generaron todas estas diversas situaciones que llevaron a Racing al borde del abismo una vez más, luego de tener todo a su merced? Para iniciar hay que poner el ojo en la dirigencia de Racing, su ex manager Roberto Ayala y su ex director técnico Luis Zubeldia. Gastón Cogorno, secundado por Rodolfo Molina, en diciembre de 2011 ganó las elecciones en el club con más del 70% de los votos obtenidos. En un principio ambos dirigentes convivieron amistosamente, pero luego comenzaron las divisiones: diferentes opiniones sobre quien debía ser el entrenador que reemplazara a Diego Simeone (¿les suena este nombre?), importantes encontronazos en el manejo del caso Teófilo Gutiérrez, quien abandonó la institución por la puerta trasera luego de ser el goleador estrella de Racing, y distintas formas de conducir el club. El ex vicepresidente Molina ya había tenido encontronazos con su vicepresidente Pablo Podestá en el final de su mandato, también por tener distintas visiones de cómo conducir a La Academia. Pero Cogorno y Molina mientras los resultados deportivos se dieron favorablemente, ocultaban sus serios desacuerdos en una máscara de confraternidad. El mercado de pases de Junio de 2013 fue donde detonaron todos los problemas: el entrenador solicitó refuerzos que en ninguno de los casos rindieron, se erogó una gran cantidad de dinero por el préstamo de Viola solo para contentar a Zubeldía, se boicoteó la negociación de Fabián Vargas dándola a conocer a la prensa antes de que estuviera firmada, se contrató a un jugador mediocre como Luis Ibañez únicamente por lo que se observó en videos de una red social, Rodrigo Battaglia quien venía de quedar libre en Huracán, y para finalizar, nunca se evaluó como se encontraba Mario Regueiro que padecía problemas familiares de extrema gravedad y su mente no se encontraba en el terreno de juego. Además se desprendió de dos de sus figuras, Fariña y Centurión.

Con el transcurrir del torneo, el equipo comenzó a perder partido tras partido, y en la cuarta fecha fue despedido el entrenador Luis Zubeldia pese al total apoyo de los jugadores. Estos últimos más que respaldarlo con las palabras debían hacerlo en el terreno de juego. Divididos buscaron un reemplazo, y se les ocurrió llamar a Marcelo Bielsa, quien los atendió amablemente, hasta que los dirigentes mencionaron la palabra “proyecto”; inmediatamente el rosarino les respondió: “disculpen, ¿pero de qué proyecto me hablan si ustedes acaban de despedir a su entrenador? Buenas tardes”. Los dirigentes seguían con sus desacuerdos sobre quien debía quedarse con la dirección técnica del club y en este caso prevaleció la voz de Ayala: Carlos Ischia fue el elegido. El ex dt de Boca había comenzado bien el desempeño de sus funciones, con un inmerecido empate ante Lanús, pero con el correr de los partidos la actitud de los jugadores dejó mucho que desear, el mensaje del entrenador no llegaba y luego de ser derrotado por Atlético Rafaela (octava derrota de la temporada en diez juegos), Ischia renunció a su cargo. No fue el único: detrás de él se sucedieron las salidas del presidente Cogorno, el Vice Molina, el Manager Ayala y una gran cantidad de miembros de la comisión directiva. El club quedó prácticamente acéfalo.

En estas condiciones asumió el vicepresidente 2°, Víctor Blanco, quien confió la dirección del equipo a un prócer de Racing: Reinaldo Carlos Merlo, el último entrenador que conoció el éxito en el club y que llevó al mismo a obtener un campeonato local luego de 35 años. En un principio le fue bien a “Mostaza” quien obtuvo 14 puntos de los últimos 27 que se encontraban en juego. En el verano el panorama se reforzó con un categórico triunfo ante Independiente y la obtención de la copa de verano. El arranque del torneo final fue promisorio donde se goleó a Colon por 3-0. Pero de allí en más fue todo cuesta abajo. Racing obtuvo solamente una unidad de las siguientes 18 que se encontraban en juego y el futuro del entrenador comenzó a ponerse en duda. Una leve remontada de 5 partidos sin perder esperanzaron al entrenador y a los dirigentes, pero luego volvió a caer en 4 oportunidades más; el destino de Merlo parece sellado: su salida al finalizar el campeonato es inevitable. La comisión directiva posee solo 8 miembros, y todos están en desacuerdo sobre quién debe ser el sucesor y todos ellos tienen la idea de ser presidente. La división es aún mayor: en estos momentos ¡14 agrupaciones! podrían presentarse en las próximas elecciones del club.

La falta de compromiso de algunos de sus jugadores llama mucho la atención. Se los ve desfilar tranquilos por establecimientos bailables en las noches luego de ser derrotados, salen en los medios a desafiar al entrenador: este fue el caso de Mauro Camoranesi, quien si bien lo que manifestó en su mayoría poseía cierta lógica, lo debió manifestar puertas hacia dentro, y no ventilarlo en los medios de comunicación. Por ello el italo-argentino fue separado del plantel. Jugadores que recaen ante la menor presión y que en algunos casos comenten errores amateurs. Racing todavía corre riesgo de perder la categoría esta presente temporada (tiene que darse una combinación de resultados casi imposibles), pero en la próxima estará más que comprometido, dependiendo de la decisión que tome AFA sobre el nuevo torneo: Racing se vería beneficiado. Muchos de estos integrantes del plantel dejarán el club, y se deberá realizar un gran esfuerzo para componer un plantel de jerarquía con Diego Milito a la cabeza. Como hacer todo mal en un año: Racing esta temporada es el claro ejemplo de cómo no debe manejarse una institución tan grande y tan laureada.